Escondido en un rincón de un centro comercial de descuentos no muy lejos del centro de la ciudad, se encuentra uno de los puntos turísticos más extraños de Moscú.
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Se llama "Koryo" y es un restaurante de Corea del Norte.
Gestionado completamente por norcoreanos, Koryo ofrece a los comensales más aventureros un pedacito de Pyongyang: música norcoreana en televisión y kimchi (una preparación de verduras fermentadas) y noodles (fideos) fríos en el menú.
"Es lo que la gente come en casa", explica una camarera.