"¡No sabía que el cuerpo podía hacer eso!", "¿de verdad hay personas a las que les gusta esa postura?".
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Son algunas de las reacciones de jóvenes expuestos a imágenes pornográficas en una clase en la escuela de salud pública de la Universidad de Boston, Estados Unidos.
Sí, leyeron bien, pornografía en el aula.
Para su impulsora, la doctora Emily Rothman, acercar la pornografía a los adolescentes desde un punto de vista académico es una vía para reducir la violencia sexual entre jóvenes.
"Sirve también como herramienta para generar debate y poder desterrar mitos sobre el sexo", le dice Rothman a BBC Mundo.