Apple y Samsung, los mayores fabricantes de teléfonos inteligentes del mundo, llevan siete años librando una guerra legal por patentes en Estados Unidos.
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El que parece ser el último paso en el enfrentamiento ocurrió este jueves.
Una corte federal de San José, California, ordenó a Samsung pagar US$539 millones a Apple, por copiar el diseño y funciones de iPhones y las tabletas iPads.
El conflicto empezó en abril de 2011 cuando Apple denunció a Samsung por copiar la forma rectangular con esquinas redondeadas de iPhones y iPads, así como elementos de la interfaz, como el toque para ampliar una imagen.
En 2012, una corte declaró a Samsung culpable de infringir tres patentes de diseño y le ordenó pagar U$$1.050 millones en daños a Apple.
"Es desafortunado que la ley de patentes pueda ser manipulada para dar a una compañía el monopolio de rectángulos con esquinas redondeadas", dijo el fabricante de la serie Galaxy en ese entonces.
La compañía surcoreana apeló el monto de la compensación por daños que debía desembolsar.