Luis Posada Carriles murió este miércoles en Florida a los 90 años de edad. Radical anticastrista, las autoridades cubanas lo consideraban un "terrorista". En el exilio de Miami, no pocos lo veían como un "héroe".
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Exagente de la CIA, Posada Carriles fue una figura emblemática de la polarización que dividió al pueblo cubano después del triunfo de la Revolución en 1959.
Considerado como un héroe por parte la comunidad cubana en el exilio, el gobierno de Cuba lo requería por actos de "terrorismo", en particular por su papel en el atentado con bomba de un avión de la aerolínea Cubana de Aviación, en el que murieron 73 personas, en 1976.
En cinco décadas de actividades contra el gobierno cubano, pasó gran parte de esa vida fugado o evadiendo pedidos de extradición a Cuba y Venezuela, que también lo requería.
En 2011, fue absuelto de 11 cargos por un tribunal en Texas tras acusaciones de cometer perjurio, fraude, obstruir procesos y de dar falsas declaraciones a funcionarios estadounidenses durante los interrogatorios de petición de asilo político y de ciudadanía en 2005, cuando entró a EE.UU.
Disidente
Luis Posada Carriles nació en Cienfuegos, Cuba, el 15 de febrero de 1928, estudió química e inicialmente se dedicó a un negocio de insecticidas en su ciudad natal. Sin embargo, poco después del triunfo de la revolución de Fidel Castro se adhirió a grupos opositores que operaban en la clandestinidad.
En 1960 se asiló en la embajada de Argentina en la isla, alegando ser perseguido político y se trasladó con un salvoconducto a Miami.