Si crees que duermes solo porque no hay nadie contigo en la cama, te equivocas: lo haces acompañado de miles de bacterias.
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Según un nuevo estudio de una universidad estadounidense, más de un tercio de las bacterias halladas en la cama provienen de nuestro propio cuerpo, incluidas las bacterias fecales, de la piel y de la saliva.
Y, al comparar los lechos humanos con los nidos o lugares de reposo de los chimpancés, descubrieron que estos últimos son mucho más higiénicos que los nuestros.
Esto se debe a que estos animales, que duermen en las ramas de los árboles, se encargan todas las noches de preparar un nido nuevo con hojas y ramitas.
En cambio, los humanos duermen con las mismas sábanas durante días.
Esta acumulación de bacterias puede acentuar nuestra vulnerabilidad a las alergias y hacer que empeoren otras enfermedades, dicen los autores del estudio.
Sorprendentemente limpio
Megan Thoemmes, estudiante de doctorado de la Universidad del Estado de Carolina del Norte y autora principal de la investigación, dirigió a un equipo de científicos que recogieron muestras en 41 nidos de chimpancé en el valle Issa, en Tanzania.
Así, descubrieron que estos contenían un cantidad significativamente inferior de bacterias corporales.