Jim Ratcliffe, el hombre más rico de Reino Unido, supo convertir lo descartable en oro.
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A través de la compra y venta de unidades que grandes empresas ya no querían, este hombre nacido en Mánchester amasó una fortuna de US$28.000 millones.
Desde unas instalaciones que en el pasado pertenecieron al gigante petróleo British Petroleum (BP), Ratcliffe creó una compañía cuyos productos químicos y materias primas están presentes en casi todo lo que tocamos todos los días.
Y solo le llevó 20 años hacerlo.
¿Cómo lo hizo?
Ratcliffe, de 65 años, siempre estuvo involucrado en la industria de los productos químicos.
Después de graduarse como ingeniero químico de la Universidad de Birmingham en 1974, pasó un período muy breve en BP antes de saltar a la rival petrolera Esso como practicante de contador.
Más tarde, y con un MBA de London Business School bajo el brazo, Ratcliffe empezó a trabajar para el productor de telas y productos químicos Courtaulds, y poco después saltó al mundo de los fondos de inversión cuando se unió a Advent International en 1989.
Advent sirvió como plataforma para que Ratcliffe aprendiera como manejar las negociaciones para lograr tratos exitosos.