Belinda Parmar solía hablar de sí misma como una "evangelista de la tecnología".
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Después de todo, se ganó el apodo de "Lady Geek" por sus constantes visitas a escuelas para entusiasmar a las niñas sobre el mundo tecnológico, e incluso recibió de la reina Isabel II la Orden del Imperio Británico por lograr implicar a más mujeres en la industria.
Hoy día sigue siendo una entusiasta de la tecnología, y de la libertad y los beneficios que nos brinda. Sin embargo, ha conocido su lado oscuro de primera mano. Y le preocupa cómo puede afectar a los niños.
Equipada con nuevas investigaciones y con su propia experiencia personal, acaba de lanzar una nueva campaña para prevenir a los adultos y a los pequeños: #TheTruthAboutTech (la verdad sobre la tecnología).
Parmar no tiene reparos en hablar sobre lo que le motivó a adentrarse en este proyecto: "Tengo un hijo que es adicto a los videojuegos. Tengo un sobrino que pasó seis semanas en un hospital psiquiátrico porque se negaba a ir a la escuela; solo quería jugar videojuegos todo el día", le cuenta a la BBC.
"He visto el lado feo de la tecnología y las redes sociales", explica. "Y la verdad es que ya no podemos controlarla; ella nos controla a nosotros".
Pero entonces, ¿cuál es el impacto para los niños?
"Tecnología basura"
La neurociencia ha demostrado que el desarrollo cognitivo de una persona joven continúa hasta los 25 años.