Aunque la publicidad nos venda cuerpos perfectos, no todos los seres humanos sienten atracción por ese tipo de físicos. De hecho, aunque se hable poco de ello, hay muchísima gente que prefiere la corpulencia, las barrigas redondas, los kilos de más, las piernas redondeadas y la doble papada.
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Maialen es una de ellas.
"A mí los huesos no me van", le cuenta a BBC Mundo. "Una cosa es lo que dice (la revista de moda) Vogue y otra muy diferente la vida".
Me explica que le gustan los hombres "más bien grandes, robustos", y echa mano también del término "fofisano", que nace de la combinación de "fofo", algo blando y esponjoso, con sano, saludable.
"Las barrigas me parecen atractivas. Son agradables para apretarlas o para recostarte en ellas. Prefiero a un tipo gordito a los escuálidos de las revistas", afirma tajante.
Nerea es de la misma idea, pero con un matiz: "Que sean corpulentos pero altos. Gracias a la estatura los kilos de más se reparten. Y cuando me abrazan me siento como protegida".