El técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, lo dejó claro el pasado 7 de abril. "No vamos a hacer pasillo, la decisión es mía. No entiendo lo del pasillo".
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El Real Madrid visita el domingo la cancha del Barcelona, recién proclamado campeón de la Liga española, y durante días se discutía si los blancos le harían a los culés el pasillo con los que en España el rival se suele recibir cuando salta al campo al contrario que acaba de conquistar un título.
La imagen de los madridistas homenajeando en un pasillo al eterno rival se había convertido en uno de los alicientes de un partido que perdió interés al estar el campeonato ya resuelto.
La decisión de los blancos de no cumplir con una tradición arraigada en el fútbol español no estuvo exenta de polémica porque muchos la interpretan como una falta de deportividad.