El cardenal australiano George Pell, jefe de finanzas del Vaticano, será juzgado por varios delitos relacionados con abusos sexuales a menores.
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Aunque no se dieron detalles sobre los cargos, este lunes un tribunal de Melbourne resolvió que hay suficientes pruebas para enjuiciar a Pell por presuntos abusos cometidos entre 1960 y 1990, cuando se desempeñaba como sacerdote y luego arzobispo de esa ciudad de Australia.
El prelado, de 76 años, se declaró "no culpable" de los cargos que se le imputan.
En 2017, la policía australiana ya lo había acusado de pederastia, pero Pell negó las acusaciones.
"Soy inocente de esos cargos, son falsos", dijo entonces. "La sola idea de abuso sexual es aborrecible para mí".
De esta manera, Pell se convierte en el más alto cargo de la Iglesia católica en afrontar un juicio por abusos sexuales.
Durante las audiencias que comenzaron en marzo, más de 30 personas testificaron en la corte. Varias de estas sesiones fueron a puerta cerrada, una práctica normal en los casos de delitos sexuales en el estado de Victoria.
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En las audiencias públicas, se vieron acusaciones en contra de Pell que incluían supuestos incidentes en una catedral, un cine y una piscina.
Actualmente, Pell se encuentra apartado de su puesto en el Vaticano para enfrentar el proceso legal.
El proceso contra Pell es parte de una larga investigación australiana iniciada en 2012 sobre las respuestas de las instituciones a las denuncias de abuso sexual infantil, en las que se habla de 1.880 sacerdotes involucrados, 4.440 niños abusados y un millar de instituciones católicas señaladas.
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