A los 16 años, Hati Sparey-South ya había intentado suicidarse. Y lo hubiera intentado de nuevo —tal vez con éxito— si no hubiera sido por una maestra que se dio cuenta de lo infeliz que estaba.
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Hati dice que le debe su vida a esa maestra. Y ahora, a los 26 años y estudiando para ser maestra, está decidida a ayudar a alumnos.
"Hubiera seguido intentándolo. Y hubiera llegado exactamente al mismo lugar en el que están tres de mis amigos, que murieron antes de los 20", dice.
"Sufrí una depresión muy pronunciada desde los 14 años", cuenta esta británica.
"Por lo general estaba supertriste. Y no podía dormir, así que simplemente se perpetuaba".
Sus padres estaban separados y su madre entraba y salía del hospital.
"Había mucha atención puesta en que mi madre no estaba bien, así que nadie me preguntaba ‘¿Cómo estás lidiando con esto?’, ‘¿Cómo te sientes al respecto?’, ‘¿Qué te está pasando emocionalmente?’".
Finalmente alguien preguntó
Fue el año en el que Hati preparaba sus exámenes GCSE (siglas por las que se conoce al Certificado General de Educación Secundaria, en Reino Unido). La materia era diseño tecnológico.