Para algunos será un motivo de frustración, para otros quizá un consuelo, lo cierto es que la primera visita de Donald Trump a América Latina como presidente de Estados Unidos fue cancelada de forma sorpresiva este martes.
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No era un viaje cualquiera: Trump iba a asistir a la Cumbre de las Américas, como hicieron todos sus antecesores desde que esa cita de gobernantes hemisféricos comenzó en 1994.
La Casa Blanca sostuvo en un breve comunicado que la cancelación se debía a la crisis en Siria, donde el sábado hubo un supuesto ataque químico.
"El presidente permanecerá en Estados Unidos para supervisar la respuesta estadounidense a Siria y supervisar el desarrollo de eventos en el mundo", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
Por otro lado, varios notaron que esta decisión se anuncia al día siguiente que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) allanara e incautara documentos de la oficina del abogado personal de Trump, que calificó esto como "un ataque" a su país.
La expectativa que generaba el viaje de Trump a Perú el viernes era grande, no solo por tratarse de su presentación personal en una región cuyo vínculo con Washington se enfría.
Además, uno de los temas centrales de la cumbre será la situación de Venezuela, que para muchos presenta la mayor crisis actual en el hemisferio y por la que Trump había expresado inquietud.