Fergal Keane, editor de la BBC para África, describe la angustia de hombres y mujeres atrapados con sus familias en la última espiral de violencia en República Democrática del Congo.
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Una línea cruza la pequeña y hermosa cara de Rose. En uno de los extremos, se ven las marcas de los puntos de sutura que se extienden debajo de un vendaje blanco que cubre la parte superior de su cabeza. La herida fue profunda. Las cicatrices permanecerán durante toda su vida.
Estuve sentado a unos metros de ella, siendo un extraño, alguien de otro mundo. Pero ella no mostró curiosidad. Era como si yo no existiera. Es como si ella "estuviera lejos, sin escuchar ni mirar nada", dijo su padre.
Como muchos niños en el poblado de Maze, en la provincia de Ituri, ubicada en el nordeste de la República Democrática del Congo. Rose Mapenzi, de cuatro años, iba atada la espalda de su madre cuando los asesinos la atacaron.
Las mujeres estaban preparando la cena cuando escucharon los gritos de los atacantes. Esos niños así como los ancianos son un objetivo fácil. Mientras trastabillan en pánico, los machetes los cortan y desgarran.
Jeremy, el padre de Rose, recordó el momento en que una milicia de la etnia lendu invadió Maze, el pasado 1 de marzo.
"Empezaron a perseguirnos y aquellos que no pudieron correr fueron atrapados y macheteados. Mi hija fue herida, pero los asaltantes estaban apurados y no llegaron a matarla. Ella sobrevivió", contó Jeremy.
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Malobi Lika logró escapar con su esposa embarazada pero vio a su hermana cuando era mutilada. El hombre describió cómo los asesinos le cortaron la cara y la cabeza.
Un alto funcionario de la ONU que visitó el lugar de los hechos un día después, dijo que "fue un ataque cruel, salvaje y estaba destinado a aterrorizar a la gente".
Más de 40 personas fueron asesinadas. Sus cuerpos fueron depositados en dos fosas comunes en el centro de Maze. Sus habitantes llevan flores frescas todos los días, en memoria de los muertos.
Un grupo de hombres se acercó y uno de ellos señaló una tumba. Dijo que 18 miembros de su familia habían sido enterrados allí. Se identificó como David y estaba furioso.
"Vienes a investigar, la gente viene a investigar, pero ¿quién va a ser responsabilizado por esto?".
"¿Quién va ser responsabilizado por la gente que está muerta? ¿Quién nos va a ayudar? Vienen a molestarnos con grabadores y cámaras, pero nadie nos trae una solución. ¿Cuál es la solución? Estoy desesperado", exclamó.
David sabe que en República Democrática del Congo hay pocas señales de esperanza para los pobres.
La comunidad internacional pide que el presidente Joseph Kabila acceda a convocar a elecciones antes de fin de año, pero parece ocupado con Corea del Norte o Medio Oriente.
Por el momento no parece haber intenciones de incrementar la presencia militar de Naciones Unidas. Hay sólo 15.000 efectivos en un país del tamaño de Europa occidental.
La matanza de Maze fue perpetrada por miembros de la etnia lendus contra los hema. Los sobrevivientes contaron que los atacantes llegaron de un pueblo cercano.
La crisis en números
- 13 millones de personas necesitan asistencia humanitaria.
- Más de 4 millones de desplazados.
- Más de 7 millones sufren inseguridad alimentaria.
- 2 millones de niños en riesgo de morir de hambre, representan el 12% de los casos de todo el mundo.
(Fuente ONU)
Esta masacre tiene sus antecedentes. Informé por primera vez de un asesinato masivo en la región hace 15 años.
Catalogar lo que sucede allí como "violencia étnica" es un reduccionismo. Esto no puede separarse de la política actual y la historia sangrienta en el siglo XIX, en tiempos del imperio.
Guerra de secesión
Lo que se suponía iba a ser un tiempo de liberación del colonialismo en 1960 derivó en una guerra de secesión.
Al mismo tiempo, la CIA conspiraba para derrocar al entonces nuevo líder nacional Patrick Lumumba. La agencia de inteligencia de Estados Unidos ayudó a instalar en el poder a uno de los dictadores más corruptos de la historia de África, Mobutu Sese Seko. Gobernó a través del miedo.
Después de Mobuto asumió Laurent Kabila -asesinado en enero de 2001- y luego su hijo Joseph que ahora se aferra al poder más allá de los dos mandatos permitidos por la Constitución.
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Una elite acumula riquezas a través del control de los recursos naturales. El país -incluida la provincia de Ituri- es rico en petróleo, minerales y metales preciosos.
Algunos de los vecinos africanos resultaron ser tan despiadados como muchos imperialistas occidentales a la hora de explotar los recursos naturales del país. Siete naciones africanas han intervenido en la República Democrática del Congo.
Más de 4 millones de personas murieron en dos extensas guerras entre mediados de la década del 90 y los primeros años del nuevo milenio.
"Ejecuciones y corrupción"
El estado no es confiable en Ituri. En la mente de muchos, representa ejecuciones arbitrarias y corrupción endémica. Se espera lo peor del poder estatal.
En Ituri abundan los rumores que indican que la masacre se planeó, que se repartió dinero y armas, en un intento por fomentar la violencia étnica.
La versiones no fueron confirmadas pero incluso antes de esta erupción de violencia en Ituri, la oposición acusaba al presidente Kabila de "propagar el caos" en otras áreas para evitar las elecciones.
Consulté al gobernador local, Jefferson Abadallah Pene Mbaka, quien reconoció que la policía y los militares fallaron y no protegieron a los responsables de la masacre.
El gobernador, sin embargo, defendió al presidente: "No creo haya sido el jefe de Estado el que exacerbó a la gente, incluso aunque no quiera que haya elecciones".
"¿Con qué finalidad? ¿De esa manera podría convertirse en superpresidente de la república? No veo ninguna razón para eso".
Conflictos en las provincias de Tanganyka, Kasai y Kivu del Norte y del Sur han provocado el desplazamiento de más de 4 millones de personas en el país.
La escala del drama es difícil de describir con el vocabulario existente acerca del sufrimiento humano.
No es difícil anticipar una tragedia mayor si persiste la actual inestabilidad política.
En un país donde millones de personas ya han muerto, la masacre de Maze es un llamado de atención al mundo sobre lo que puede pasar si la República Democrática del Congo cae en una crisis más profunda.
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