Nos pasamos el día mirando pantallas: la del teléfono móvil, la de las computadoras —personal y del trabajo — la del televisor, la del iPad, la del GPS, la de la cinta de correr, la de la caja de cobro automático del supermercado… La lista es más y más amplía.
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Y cada vez nos resulta más difícil calcular (y limitar) el tiempo que les dedicamos.
La intromisión de las redes sociales en nuestra vida cotidiana tampoco ayuda. Pasamos unas dos horas al día comprobando nuestras cuentas de Facebook, Instagram y otras plataformas, y utilizamos WhatsApp de manera constante.
También ocurre entre los más jóvenes. El tiempo que pasan los niños frente a la pantalla se ha acelerado y entre 2013 y 2017 se triplicó, de 15 a 48 minutos al día en promedio.
"Las preocupaciones sobre el daño producido por pasar demasiado tiempo delante de la pantalla —sobre todo usando las redes sociales— se han extendido", le dice a la BBC Amy Orben, quien investiga los efectos de las redes sociales en las relaciones humanas para la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
Pero ¿cuánto es demasiado tiempo?
Juicio personal
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"Establecer una cantidad saludable no es una tarea fácil", explica Orben.
"Hay experiencias negativas, pero eso no significa que el uso de la tecnología, en términos generales, sea perjudicial. Es complicado hacer afirmaciones sobre cómo afecta a diferentes personas".