La ciencia por fin cuenta con fotografías que muestran el momento en el que comienza lo que, según la NASA, es la mayor explosión que puede ocurrir en el espacio: una supernova.
PUBLICIDAD
Y todo gracias a Víctor Buso, un cerrajero argentino que vive en Rosario.
Las supernovas son difíciles de ver desde nuestra galaxia, la Vía Láctea, porque el polvo interestelar tapa su luz.
Además, sólo arden durante un periodo de tiempo corto.
Por eso, la hazaña de Buso ha sido "¡como ganar la lotería cósmica!", según dijo en una nota de prensa el astrónomo Alex Filippenko, de la Universidad de California, que le sigue el rastro a esta supernova.
El cerrajero, de 58 años, tiene que hacer tiempo estos días para atender a los periodistas que lo buscan para entrevistarlo.
"El azar contra el azar", comenta por teléfono a BBC Mundo el astrónomo aficionado.
Aquel 20 de septiembre de 2016, llevaba ocho días observando una galaxia y sospechando que "algo raro podía haber" dentro de ella, ya que no alcanzaba a ver su interior con claridad.