A mediados del año pasado, Jeff Murphy emprendió un viaje del que no regresó.
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El estadounidense de 53 años le dijo a su familia que realizaría una pequeña excursión al Parque Nacional Yellowstone, en el noroeste de Estados Unidos, para subir a la montaña Turkey Pen.
La escalada le tomaría medio día, pero no se volvió a saber de él.
Empleados del parque desplegaron una gran operación de búsqueda, con montañistas, agentes a caballo, perros rastreadores y un helicóptero, hasta que su cuerpo fue hallado en el fondo de una pendiente el 9 de junio del año pasado.
Luego de meses sin noticias sobre la investigación del caso, la televisora local KULR, del estado de Montana, consiguió un reporte oficial -a través de una solicitud de información pública- que confirmó lo que muchos sospechaban.
Murphy estaba en busca del tesoro que el coleccionista Forrest Fenn dijo haber escondido en las Montañas Rocosas que se extienden desde Nuevo México, en el suroeste de EE.UU., hasta la Columbia Británica, en el noroeste Canadá.
El hombre es la cuarta persona que muere en Estados Unidos en la búsqueda del famoso tesoro de oro y joyas que Fenn asegura se encuentra en una ubicación secreta a más de 1.500 metros de altitud.