En muchos países occidentales no se puede fumar en bares y restaurantes, pero Austria se resiste a seguir ese camino.
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Bajo una ley aprobada en 2015, una prohibición total debía entrar en vigencia en el país alpino a partir de mayo.
Pero el nuevo gobierno de coalición entre los conservadores y el ultraderechista Partido de la Libertad acaba de cancelar la medida.
El cambio fue impulsado por el líder del Partido de la Libertad y actual vicecanciller austríaco, Heinz-Christian Strache, quien el mes pasado le dijo al Parlamento que una prohibición absoluta atentaba contra la libertad de decidir.
Según Strache, quien es fumador, los restaurantes deben poder decidir si quieren tener secciones para fumadores donde "un ciudadano tenga la posibilidad de decidir si disfrutar o no de un cigarrillo, una pipa o un puro junto a su café".
Pero la decisión ha sido duramente criticada por el sector salud de Austria, con el Dr. Manfred Neuberger, profesor emérito de la Universidad Médica de Viena, calificándola de "desastre para la salud pública".