La región autónoma de Xianjiang, en el noroeste de China, es el foco de uno de los operativos de seguridad más intensos del mundo.
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Allí vive la minoría étnica uigur, un pueblo de religión musulmana que está cultural y étnicamente más cerca de las naciones de Asia Central que de China.
Según explica John Sudworth, corresponsal de la BBC en China, la policía local tiene cada vez más autoridad sobre esta región en la que la población está obligada a someterse a un análisis de ADN, y a entregar sus celulares para que se investigue si han consultado páginas de contenido religioso o sitios de internet vetados.