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Andrés Choquejahua pasó 35 de sus 66 años arriba de un tren.
Por eso su cara, más que por arrugas, parece estar surcada por raíles de historias, grasa y anécdotas.
Algunas de ellas me las cuenta mientras echa un último vistazo al autovagón 261, estacionado en un hangar de la estación de Tacna, la ciudad más meridional de Perú y la más cercana a la frontera con Chile.
Como hace todos los días —dos veces por la mañana y dos por la tarde—, Choquejahua en breve pondrá en marcha esta vieja locomotora para recorrer los 62 km de desierto que la separan de la ciudad chilena de Arica.
Y lo hará, me confiesa, con mucho orgullo, porque no se trata de un viaje cualquiera.
Ésta es la única vía ferroviaria internacional que posee el Perú y el ferrocarril en activo más antiguo del país.
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En 1880 el coronel peruano Francisco Bolognesi hizo este mismo trayecto durante la Guerra del Pacífico —el conflicto armado que, entre 1879 y 1883, enfrentó Perú y Bolivia con Chile— para asumir el mando del puerto de Arica, que entonces todavía era territorio peruano y se encontraba sitiado por las fuerzas chilenas.
Desde mayo de 2016 hasta ahora, en cambio, al menos 45.000 chilenos hicieron el trayecto inverso con fines más pacíficos: disfrutar de unos días de relax en la ciudad peruana.
Y es que Tacna, la que fue declarada "ciudad heroica" por el Congreso en 1821 y que permaneció 50 años ocupada por Chile tras aquel conflicto que marcó un hito en la historia de América Latina, se encuentra hoy a la "caza" de turistas, vitales para su economía y desarrollo, entre los que fueran sus enemigos.
De hecho, la mayor parte de los visitantes extranjeros de Perú proviene de Chile.
Según los datos de la Oficina de Migraciones de Tacna, del control fronterizo de Santa Rosa, el segundo con más movimientos después del del aeropuerto Jorge Chávez de Lima, entraron en 2016 a territorio peruano más de 1,6 millones de chilenos.
Mientras, los peruanos que cruzaron hacia Chile fueron algo más que la mitad, 900.000.
Médico, compras y gastronomía
Pero ¿qué es lo que seduce tanto a los chilenos de la ciudad fronteriza?
Corinne Flores Lemaire, la directora de la Cámara de Comercio de Tacna, no tiene dudas. "Los servicios médicos, las compras y la gastronomía", le contesta a BBC Mundo.
Flores Lemaire remarca que en los últimos 10 años la presencia de turistas chilenos se dobló, atraídos por el nivel de servicios turísticos cada vez más especializado, el cambio favorable y unos costes más bajos.
En Tacna, de hecho, hay una zona franca con aranceles muy bajos; por esta razón, incluso el vino chileno en esta ciudad peruana puede ser más barato que en Arica, ubicada a apenas 18 kilómetros de la frontera conjunta.
"Durante la semana hay entre 5.000 y 8.000 visitantes del país vecino, que llegan hasta 25.000 los fines de semana", y la mayoría de ellos, un 74%, son originarios de Arica.
En estos años subió también el gasto promedio, hasta alcanzar los US$80 per cápita, lo que deja un total de unos US$20 millones al mes.