El 1 de febrero, Francia entregará 3.000 metros cuadrados de su territorio a España sin ni un solo disparo de por medio.
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Pero dentro de seis meses, España devolverá voluntariamente el mismo terreno a Francia.
Así ha ocurrido durante más de 350 años.
Hendaya, un centro turístico de playa vasco francés, es la última ciudad antes de llegar a la frontera con España.
Fuera de temporada, su hermosa bahía de arena curva parece estar ocupada por cientos de focas. Pero miras más de cerca y ves que, en realidad, son surfistas que desafían al invierno en sus trajes de neopreno, dice Chris Bockman, de la BBC.
Más allá de un largo rompeolas se encuentra la histórica ciudad española de Hondarribia y su vecina, la extendida área urbana de Irún. La frontera natural es el río Bidasoa, que desemboca en un estuario que divide a los dos países.
A medida que avanzas río arriba desde la desembocadura, la vista cambia.
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Imponentes y coloridos edificios vascos dan paso a almacenes industriales en el lado francés, y bloques de edificios residenciales poco atractivos en el lado español.
Pero lo que he venido a ver es la isla de los Faisanes. No es fácil de encontrar.
Cuando pido indicaciones para llegar, nadie entiende por qué quiero ir allí. Me dicen que no hay nada que ver y me advierten que no puedes visitarlo, que nadie vive allí y que no es un destino turístico como el monte Saint-Michel.
Pero ahí está. Una pacífica e inaccesible isla en el medio del río, con una cubierta de árboles y una hierba cuidadosamente cortada, y un antiguo monumento que rinde homenaje a un notable evento histórico que ocurrió aquí en 1659.
Durante tres meses, españoles y franceses negociaron el final de su larga guerra en la isla, ya que se consideraba territorio neutral.
Se extendieron puentes de madera desde ambos lados. Los ejércitos estaban preparados en el momento en que comenzaron las negociaciones.
Se firmó un acuerdo de paz: el Tratado de los Pirineos. Se intercambiaron territorios y se delimitó la nueva frontera entre ambos países. Y el trato fue sellado con una boda real, ya que el rey francés Luis XIV se casó con la hija del rey español Felipe IV.