A mediados de los 90, cuando muchos pensaban que su destino sería la cárcel o el cementerio, Evo Morales ya vaticinaba que iba a ser presidente.
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Lo que en ese entonces no anticipó fue que alcanzaría 12 años ininterrumpidos como mandatario de Bolivia, que se cumplen este 22 de enero.
Es todo un récord para la accidentada historia de ese país, pero al "primer presidente indígena" le parece insuficiente.
Él mismo ya lo dijo en diciembre del año pasado: "Ahora estoy decidido, voy a ser candidato en 2019".
Si triunfa, Morales, de 58 años, se mantendrá en el poder hasta 2025, nada menos.
¿Cómo logró un dirigente cocalero que nació en un diminuto pueblo que ni siquiera aparecía en los mapas mantenerse tanto tiempo en el poder en un país donde algunos presidentes no llegaron a cumplir un año de mandato?
¿Por qué, tras todos estos años, Evo otra vez se alista con todo para buscar un cuarto período?
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144 meses después de esa tarde en la que Morales entró por primera vez al Palacio de Gobierno de La Paz convertido en la máxima autoridad de su país, BBC Mundo conversó con personas que lo conocieron en diferentes etapas de su vida para, a través de sus relatos, responder estas preguntas.
1. Indio presidente
Es abril de 1995 y el dirigente de los sembradores de hoja de coca Evo Morales está detenido en una base militar en Copacabana, una población de La Paz muy cercana a la frontera con Perú y a las orillas del Lago Titicaca.
Entre los varios recluidos está Ricardo Soberón, investigador peruano y defensor de la coca que muchos años después llegaría a ser zar antidrogas de su país.
Pasan la gélida noche altiplánica en la cárcel, entre insultos e indagaciones.