¿Quién no ha comprado alguna vez por internet? En los tiempos que corren, resulta difícil encontrar una persona que no.
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Es fácil, rápido y práctico. Pero implica ciertos riesgos. Y uno de los más temidos —y de los más habituales— es ser víctima de una estafa.
El más común es el llamado "fraude de tarjeta no presente" y ocurre cuando los datos del titular de la cuenta del banco son robados y usados de manera ilegal por otra persona.
Suele suceder a través de correos electrónicos "phishing" cuyo objetivo es engañar al receptor suplantando la identidad de la víctima. Otras veces, los ladrones usan programas maliciosos y el robo se comete en apenas unos segundos.
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La compra consiste normalmente en dos pasos: autorización (confirmación) y liquidación (envío del dinero). Una vez que se efectúa el primero, por normal general, no hay vuelta atrás.
Existen algunas medidas que puedes poner en práctica para evitar los fraudes.
1. No respondas ni hagas clic a enlaces de emails
…sobre todo si te piden información personal.