Los registros de la época dan cuenta de calles vacías, de empleados que no acudían a sus trabajos y de gente con mucho miedo que no se atrevía a salir de sus casas por miedo a cruzarse con quienes sufrían de influenza y que, desesperadamente, necesitaban ayuda.
PUBLICIDAD
Uno de los testimonios que se documentó en esa fecha fue el del director de la organización Ayuda de Emergencia en el estado de Pensilvania, Estados Unidos.
Contaba que había niños que se morían de hambre porque sus padres habían fallecido a causa de la enfermedad y nadie quería acercarse a ellos.
"Un pánico similar al de la Edad Media con respecto a la Plaga Negra se ha observado en muchas partes de EE.UU.", afirma un informe interno de la Cruz Roja Americana citado por una publicación de la estadounidense Institución Smithsonian.
Todo comenzó a principios de 1918.
Miles de personas empezaron a enfermarse, sentían debilidad y tenían neumonía, problemas estomacales, dificultades para respirar, confusión y fiebre.