Tuvo que esperar más de una década, pero George Weah consiguió finalmente ser elegido presidente de Liberia, su gran objetivo desde que dejó de maravillar por las canchas de fútbol en Europa.
PUBLICIDAD
Como futbolista fue un terror de las defensas, con sus largas zancadas y olfato devorador del área, cualidades que lo llevaron a convertirse en el único futbolista africano en recibir el prestigioso Balón de Oro como mejor jugador del mundo en 1995, año en el que dejó el París Saint-Germain para llegar al AC Milan.
Esos fueron los clubes donde forjó su reputación tras llegar a Europa de la mano de Arsene Wegner al AS Mónaco en 1987.