Fáciles de hacer y baratos de comprar, los noodles han sido durante mucho tiempo la mejor comida instantánea de China.
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Ya sea como refrigerio para estudiantes, una comida en el tren o simplemente la opción preferida para trabajadores hambrientos, en China y Hong Kong se vendieron más de 46.200 millones de paquetes en 2013.
Pero para 2016, esas ventas habían caído a 38.500 millones de paquetes, según la Asociación Mundial de Noodles Instantáneos.
Es un desplome de casi 17%.
Dado que la mayoría de los otros mercados de fideos instantáneos se ha mantenido bastante estable en los últimos años (con la notable excepción de India, donde la salida de los fideos Maggi llevó a una fuerte caída de las ventas en 2015), el de China es un patrón inusual.
¿Qué está pasando en el gigante asiático?
Aquí hay algunas teorías que sugieren que los "noodles" podrían ser, en muchos sentidos, un gran indicador de cómo China está cambiando.
Aspiración: los clientes quieren una comida mejor
La receta de los "noodles" es bastante sencilla: simplemente se agrega agua hirviendo, un sobrecito de salsa y algunos paquetes pequeños de verduras y carne deshidratadas.