"A veces me cuesta dormir porque puedo escuchar todavía los disparos, como si estuvieran pegados a mi oreja", cuenta Laquita Duvall, madre de dos niños pre adolescentes.
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Ella vive en un barrio marginal de la ciudad de Atlanta, la capital del estado de Georgia, una de las 20 ciudades más violentas de Estados Unidos, según un informe de 2016 del FBI.
Este fue el escenario de uno de los mayores estudios científicos nacionales sobre el trastorno de estrés post traumático, una condición tradicionalmente asociada al trauma de la guerra.
Según los resultados de esa investigación, entre los habitantes de las zonas marginales de la ciudad la prevalencia de ese trastorno mental era del 46%, una cifra mucho más alta que la identificada entre los veteranos de las guerras de Irak y Afganistán (11-20%).
Para los niños en particular, los barrios más pobres de esta ciudad y de otras en Estados Unidos, pueden parecer un verdadero campo de batalla, como averiguó el enviado especial de la BBC Aleem Maqbool.
"Guerra urbana"
Basta un paseo en coche por las zonas más desfavorecidas para encontrar indicios del ambiente hostil en el que tienen que crecer muchos niños.