"Uno debería ser una obra de arte o vestir una obra de arte", declaró el ingenioso dramaturgo irlandés y gurú del buen gusto de la época victoriana, Oscar Wilde.
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Algo parecido se podría decir de los nuevos centros de arte que han estado surgiendo alrededor del mundo y que asombran no sólo por las colecciones sino también por las estructuras que las albergan: "Deberían contener grandes obras de arte o ser ellos mismos obras de arte".
Y eso es lo que son estos museos, algunos en lugares inesperados del mundo, pero todos diseñados por destacados arquitectos para impactar el panorama y preparar al visitante para los tesoros que guarda.