Generó indignación y cosechó titulares en medios de comunicación de todo el mundo. La decisión del presidente Donald Trump de dar vía libre al traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, anunciada el miércoles pasado, hará de esta la única representación diplomática de máximo nivel en la llamada Ciudad Santa.
PUBLICIDAD
Sin embargo, hubo una época en la que tener una embajada en Jerusalén no era tan raro. De hecho, hasta inicios de la década de 1970 había allí 16, de las cuales 12 pertenecían a países latinoamericanos: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Las otras cuatro se correspondían con tres países africanos -Costa de Marfil, Zaire (la actual República Democrática del Congo) y Kenia- y uno europeo: Países Bajos, considerado entonces como el principal aliado de Israel en el Viejo Continente.
- 3 posibles consecuencias de la decisión de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel
- Los habitantes de Israel que se oponen a la decisión de Trump de reconocer a Jerusalén como la capital del país
Para entonces, ya se habían producido tres conflictos armados entre los países árabes e Israel, en el más reciente de los cuales -la Guerra de los Seis Días, de 1967- las Fuerzas de Defensa Israelíes lograron tomar el control de toda la Ciudad Santa que estaba dividida desde 1948.
Pero, ¿cómo y por qué se fueron de Jerusalén estas embajadas?
Solidaridad No Alineada
Las primeras embajadas en ser retiradas de Jerusalén fueron las de los tres países africanos, que cerraron después de una reunión del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) realizada en Argelia en septiembre de 1973.