Ningún asunto en Medio Oriente ha sido tan contencioso como el estatus de Jerusalén, una ciudad que tanto israelíes como palestinos reclaman como su capital.
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En 1980, el Estado de Israel declaró a la ciudad como su capital. Y los palestinos designaron a Jerusalén del Este como la sede de su Estado.
Aunque ninguna potencia reconoce ninguno de estos reclamos, aquí está la raíz de las crecientes tensiones entre israelíes y palestinos.
Y estas tensiones están ahora en riesgo de estallar luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera el miércoles a Jerusalén como la capital de Israel.
Con el anuncio, Estados Unidos se convierte en el primer país en reconocer a Jerusalén como la capital israelí, desde la fundación del Estado de Israel en 1948.