En su casa de Mar del Plata, en la costa argentina, Itatí Leguizamón ha estado velando a su esposo, el cabo primero Germán Oscar Suárez, durante la última semana.
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Pese a que solo hasta el jueves la Armada dio por descartada la posibilidad de encontrar con vida a la tripulación del submarino ARA San Juan, ella dice "que era obvio desde que dijeron que hubo una explosión".
Y cree que su marido murió en ella.
Se refiere al comunicado, emitido hace una semana por la Armada, que reportaba una detonación ocasionada por un corto circuito en las baterías del submarino.
"Yo lo estoy velando desde entonces, hace siete días", le dice a BBC Mundo.
Para ella, así como para otros familiares, los medios y las autoridades sembraron falsas expectativas al no ser claros hasta el jueves.