Una de las primeras cosas que me sorprendió al llegar a India fue la facilidad con que la gente hacía sus actividades diarias sentada en cuclillas. Sobre todo fuera de las grandes ciudades, la gente cocina, se baña, se pone a platicar, esperar e incluso a descansar en esta postura.
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Esta forma de cuclillas, sin embargo, es peculiar. La mayoría de la gente lo hace con los talones bien pegados al piso y los glúteos casi rozando el piso. Lo más impactante es que lo hacen desde los más jóvenes hasta los más viejos. Lo hacen de forma tan natural que parece muy fácil y cómodo.
Yo solo logré "descansar" en esta posición recién varios años después de practicar yoga.