Tras la confirmación del asesinato del equipo periodístico ecuatoriano por parte del presidente Lenín Moreno, el capitán Polivio Vinueza, jefe de la Unidad de la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase), presentó el plan de acción que se realizó para cumplir con su rescate en Mataje, provincia de Esmeraldas.
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Mencionó que se intentó dar con la localización exacta de los secuestrados a través de todos los servicios policiales y unidades de inteligencia.
Destacó que para ello se conformó un Comité de Crisis en el que se tomaban decisiones conjuntamente con los familiares de Javier Ortega (periodista), Paúl Rivas (fotógrafo) y Efraín Segarra (chofer) además del ministro del Interior, César Navas; Patricio Zambrano, ministro de Defensa ecuatoriano; la Comandancia de Policía del Ecuador; Defensoría del Pueblo, Director del Diario El Comercio y Fiscalía General.
En este Comité se incluyeron tres uniformados de las filas de seguridad colombianas para cumplir con las investigaciones y el proceso de acercamiento con los secuestradores, comandados por el narcoguerrillero disidente de las FARC, Walter Patricio Arizala Vernaza, alias «Guacho», de 27 años.
Como antecedente a este hecho del secuestro de los tres servidores de la comunicación se menciona que el 12 enero del 2018, en Mataje, la Policía ecuatoriana realizó la operación «Impacto 13» en la que se detuvo a 3 individuos por trafico ilícito de armas.
Los detenidos pertenecían al grupo Oliver Sinisterra, cuya cabecilla es el «Guacho».
Línea de tiempo
El 26 de marzo a las 17h00, aproximadamente, se notifica del secuestro del equipo periodístico conformado por Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra.
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El mismo día se activa el Comité de Crisis.
El 31 de marzo, por disposición del Comité de Crisis se crea un canal exclusivo para manejar el rescate y se envía un número de comunicación para -a través de un asesor- iniciar las negociaciones.
Del 31 de marzo al 7 de abril se realizaron 5 comunicaciones exactas entre las que se incluye la amenaza al ministro del Interior, César Navas, y se hace advertencias del altercados con bombas.
En este mismo tiempo se publica un video en la que uno de los secuestrados pide la liberación de los detenidos en enero para que también puedan ser liberados.
Se hace el acercamiento con las personas requeridas por el «guacho» para evaluar una solución y cumplir con su entrega bajo las disposiciones estatales legales según análisis hechos por la Fiscalía.
En este mismo lapso se hizo un video con uno de los requeridos por el «guacho» para que sepa de las intenciones del Gobierno ecuatoriano para obtener la libertad del equipo periodístico a cambio de su libertad.
Conexiones
Todos estos acercamientos se realizaban vía Whatsapp y las conversaciones no eran fluidas ya que el «guacho» se conectaba por esta vía por un máximo de 10 minutos.
El 2 de abril, los secuestradores enviaron dos videos y una fotografía que se difunde públicamente para crear el caos e irse contra la estabilidad familiar de los secuestrados y la ciudadanía en general.
El «guacho» se comunica y hace un nuevo requerimiento: que Ecuador suspenda el convenio con Colombia para enfrentar el terrorismo.
11 de abril: El Comité de Crisis se reúne con la Iglesia para analizar una nueva forma de acercamiento con el «guacho» y no se recibió ninguna respuesta.
12 de abril: se dan a conocer fotos de los cuerpos sin vida del equipo periodístico secuestrado.
El capitán Vinueza recalcó que dentro del proceso para lograr el rescate se contó con el acompañamiento de psicólogos de la Unidad Antisecuestro para brindar apoyo a sus familiares.
«Todas las decisiones fueron tomado con la venia del Comité de Crisis. Analizamos el perfil del «guacho» y al no depender de una estructura de mando, cambiaba de opinión a su parecer y según las circunstancias», dijo en rueda de prensa.
En territorio colombiano, ‘Guacho’ busca a sangre y fuego el control de los cultivos de coca, los laboratorios y rutas de envío. Para eso aprovecha su nacionalidad ecuatoriana y sus contactos en Esmeraldas.