De acuerdo a los datos entregados por la Policía del Guayas, los polizones que cayeron del tren de aterrizaje de la nave que se dirigía a Nueva York desde el aeropuerto de Guayaquil eran Luis Manuel Ch. P. , de 16 años, y Marco Vinicio P. G. de 17 años.
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El fiscal del caso, Carlos Bustamante, dijo que ahora se investiga si hay otros implicados en el accidente.
Esto, tras la creencia de que no pudieron actuar solos y que «alguien tuvo que haberles dicho ‘Súbete por aquí'».
Una teoría que también sugirió el comandante de Policía, Marcelo Tobar, quien adelantó que se investiga «cómo logran ingresar a estas partes del avión, en el aeropuerto».
Explicó que son «zonas registradas, estériles, donde no tiene que pasar cualquier persona».
Tras el accidente, la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) convocó una reunión del Centro de Operaciones de Emergencia en ese aeropuerto con representantes de TAGSA, la concesionaria de la terminal aérea, para investigar las circunstancias del suceso.
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Los dos víctimas «iban en el tren de aterrizaje de un avión de LAN», confirmó la Fiscalía y que «hay que determinar si el mismo sistema los expulsó o si se lanzaron arrepentidos de hacer un viaje ilegal».
La nave, que se dirigía a Nueva York, regresó horas después a Guayaquil para la investigación.
La compañía Latam, que operaba el vuelo, lamentó el suceso a través de su cuenta de Twitter y aseguró que los dos fallecidos no se encontraban a bordo, «no eran pasajeros».
