En la previa de su duelo estelar del sábado 15 de noviembre en el marco del evento UFC 322 en el icónico Madison Square Garden, el invicto ecuatoriano Michael Morales cumplió con el corte oficial de peso tras perder 18,3 libras (≈8,3 kg) para entrar en la división de peso wélter (170 libras). Pese a la magnitud de la reducción, Morales se mostró fuerte, enfocado y con un aspecto físico sin desgaste visible, lo que subraya que su combate ante el estadounidense Sean Brady llega en condiciones óptimas.
¿Cómo logró Morales un corte de peso tan pronunciado sin perder forma?
De acuerdo con distintos medios especializados, Morales pasó por una estricta fase de hidratación y deshidratación controlada, acompañada de sesiones de sauna, bicicleta estacionaria y alimentación estricta. Pese a la pérdida severa de peso, su musculatura no aparentó fatiga: en el pesaje oficial lució definido, coherente con un atleta de élite que ha sabido dosificar bien su preparación. Esto refuerza su capacidad física y añade argumentos a su estrategia de buscar la finalización rápida ante Brady.
¿Por qué es clave este combate para Morales?
Con un récord invicto de 18-0, Michael Morales se enfrenta al número dos del ranking wélter, Sean Brady, en una pelea que puede catapultarlo como retador al título. La reducción de peso extrema demuestra su compromiso y subraya la magnitud del desafío. La victoria lo ubicará en la antesala del cinturón de 170 libras y abrirá nuevas puertas en su ascenso dentro de la zona estelar de la división.
¿Qué implica para el combate este estado físico y mental?
El hecho de que Morales no parezca desgastado tras perder más de 8 kg es una señal positiva para su rendimiento: indica que la pelea podría no depender solo de su potencia, sino también de su resistencia y agilidad durante los rounds completos. Contra un rival como Brady, quien destaca por la presión y el grappling, esta preparación física puede ser la diferencia entre dominar de pie o imponer el control desde el suelo.

