Liga de Quito volvió a demostrar por qué su casa es territorio sagrado en torneos continentales. En un Estadio Rodrigo Paz Delgado encendido, el conjunto albo está venciendo 3-0 a Palmeiras en la semifinal de ida de la CONMEBOL Libertadores, dejando la sensación de superioridad táctica y emocional durante los primeros 30 minutos.
El planteamiento de Thiago Nunes fue impecable. El técnico brasileño entendió desde el inicio que la velocidad y los desbordes serían clave para castigar la pasividad de un Palmeiras que jamás se sintió cómodo en la altura de Quito. La ‘U’ controló los tiempos, movió el balón de lado a lado y desgastó a su rival con precisión quirúrgica.
El primer golpe llegó a los 16 minutos, cuando Gabriel Villamil fusiló a Carlos Miguel con un derechazo imparable tras una gran jugada colectiva. Once minutos más tarde, Lisandro Alzugaray aumentó la ventaja desde el punto penal, desatando la euforia en las gradas. Villamil amplió la ventaja. En apenas media hora, Liga había conseguido el objetivo: golpear, dominar y hacer respetar su casa.
Del otro lado, Palmeiras muestra un rostro irreconocible. Sin presión alta, sin agresividad y con temor evidente a la altura, el conjunto paulista está estático, carente de ideas y con jugadores que caminaban la cancha. Ni la desventaja en el marcador logró despertar al “Verdão”, que parece más enfocado en resistir que en competir. Incluso quemando tiempo para evitar la goleada.
La estadística sigue de lado de Liga: nunca ha perdido una semifinal —ya sea de Libertadores o Sudamericana— jugando en Quito. El equipo quiteño no solo ganó, sino que impuso respeto, autoridad y jerarquía.
La revancha en São Paulo promete ser intensa, a jugarse el jueves 30 de octubre en territorio brasileño.