Max Verstappen lo hizo otra vez. El neerlandés, cuatro veces campeón del mundo, se quedó con el Gran Premio de Italia en Monza, ese templo histórico de la velocidad donde hasta los tifosi tuvieron que rendirse a su talento. Con esta victoria, ya suma 65 en la Fórmula 1, la tercera de la temporada y también la tercera en este circuito.
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El podio lo completaron los McLaren, que siguen mostrando músculo, aunque sin poder destronar al rey de la pista. Lando Norris fue segundo y Oscar Piastri tercero, obedeciendo las órdenes de equipo que lo hicieron ceder el puesto a su compañero. El australiano, sin embargo, mantiene el liderato del campeonato con 324 puntos, 31 más que el británico y 94 por delante del propio Verstappen.
Ferrari y Mercedes, a la sombra
La Scuderia soñaba con dar un golpe en casa, pero apenas pudo colocar a Charles Leclerc en el cuarto puesto. Los Mercedes también quedaron lejos: George Russell terminó quinto y Lewis Hamilton sexto.
La jornada fue amarga para los españoles. Fernando Alonso abandonó por problemas en la suspensión delantera de su Aston Martin, mientras que Carlos Sainz solo pudo ser undécimo tras un contacto con Oliver Bearman.
La trama del podio
La carrera, a una parada, se definió con estrategia y nervios. McLaren perdió tiempo en el pit stop de Norris, lo que dejó el segundo lugar en manos de Piastri. Desde el muro se ordenó devolver la posición y el oceánico acató, aunque dejó claro que “los errores en boxes también cuentan en las carreras”.
Colapinto y la nueva generación
El argentino Franco Colapinto, al volante de Alpine, finalizó en el puesto 17, mientras que jóvenes como Gabriel Bortoleto (8.º con Kick Sauber) y el francés Isack Hadjar (10.º) confirmaron que la sangre nueva de la Fórmula 1 pisa cada vez más fuerte.