El director técnico de Ecuador, Sebastián Beccacece, afirmó que su ambición para el Mundial 2026 no es conformarse con participar, sino ir más allá de los octavos de final, algo que el país no logra desde Alemania 2006. En sus propias palabras: “No tenemos la obligación, pero sí sueños”, reflejando su visión de construir el mejor desempeño histórico, con humildad y competitividad.
PUBLICIDAD
¿Por qué Beccacece no conformarse con solo avanzar?
Pese a que Ecuador ya aseguró su clasificación, Beccacece insiste en que hay un plan mayor: “Queremos hacer el mejor Mundial en la historia de Ecuador… superar esa marca como mínimo”, en referencia a los octavos de final logrados en 2006. Añadió que no existe presión ajena, sino un deseo genuino de crecimiento colectivo.
¿Cuál ha sido el enfoque para cumplir este objetivo?
Beccacece pone énfasis en el camino recorrido: valor, cohesión y estilo. “Le doy mucho valor al logro y al camino … videojuego intenso, dinámico, protagonista y valiente”, afirmó luego de clasificar al Mundial tras el empate con Perú. También remarcó que cada partido sirve como preparación, y ya cuenta con amistosos frente a selecciones clasificadas para evaluar y ajustar.
Beccacece ha dejado claro que el Mundial 2026 representa más que una clasificación: es una oportunidad de consolidarse como una selección madura, ambiciosa y capaz de trascender límites. Su mantra es claro: “No obligaciones, pero sí sueños”. Y esos sueños son colocarse entre los ocho mejores del mundo.