La selección boliviana de fútbol vivió un inusual y tenso episodio la madrugada del sábado 7 de junio, cuando las autoridades venezolanas cancelaron de manera arbitraria el vuelo que debía trasladarlos de regreso a La Paz, tras el partido de las Eliminatorias al Mundial 2026 frente a Venezuela.
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Retenidos en Venezuela sin explicación oficial
El equipo, que ya contaba con todos los permisos de salida emitidos por la Federación Boliviana de Fútbol, fue obligado a regresar a su hotel en plena madrugada, al no recibir autorización para abandonar el aeropuerto de Maturín.
“Ya lo sabíamos. Hablamos con el ministro de Gobierno hace una semana y le pedimos que dialogara con el gobierno de Venezuela para que nos dejen salir”, declaró el director técnico, Óscar Villegas.
¿Sabotaje político o negligencia?
El jefe de logística y seguridad de la selección, Harold Howard, calificó el hecho como un acto deliberado de sabotaje:
“Dicen que hay mucho tráfico aéreo, cuando solo había dos aviones aterrizando”, denunció.
El malestar fue inmediato tanto en el ámbito deportivo como político en Bolivia. Diversos sectores exigieron la intervención del gobierno nacional, señalando este hecho como otro “atropello del régimen venezolano”.
Repercusiones para el equipo
El vuelo tenía previsto aterrizar en La Paz alrededor de las 05:00 (hora local), pero la demora generó un desgaste físico significativo para los jugadores, quienes debían entrenar esa misma tarde como preparación para el próximo partido frente a Chile.
Finalmente, tras horas de incertidumbre, la delegación boliviana logró salir de Venezuela cerca del mediodía del sábado 7 de junio, aunque el malestar y la indignación persisten tanto en el equipo como en la opinión pública boliviana.