Brasil sin duda está pasando una mala racha a nivel futbolístico. La Canarinha se ha topado con resultados adversos que ya parecen ser una respuesta más allá de los futbolístico: en una semana perdió dos veces contra Argentina, en Eliminatorias y Mundial Sub 17.
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La Verdeamarela terminó con su invicto de 64 partidos como local en Eliminatorias este pasado martes 21 de noviembre, a la par fue eliminado por la albiceleste en los cuartos de final de la Copa del Mundo en Indonesia.
La maldición del gato
Más allá del análisis de su propuesta de juego, los fanáticos del fútbol han comenzado ha encontrar un responsable o al menos una causa detonante de esta mala racha: un gato.
Fue el 07 de diciembre del 2022 cuando en plena rueda de prensa, donde estaba hablando Vinicius Jr. de cara al cotejo contra Croacia, cuando un miembro de la delegación brasileña agarró a un gato que estaba sobre la mesa y lo bajó de forma violenta.
48 horas depués, el club pentacampeón terminó eliminado por el elenco europeo. Desde ese momento, la Verdeamarela ha tenido múltiples inconvenientes en su plantilla como en su juego.
Perdió sus últimos tres partidos por Eliminatorias, fue derrotada ante su gente por primera vez en la historia de las Eliminatorias y está en el sexto lugar. Para colmo, Neymar se rompió el ligamento cruzado anterior y el menisco de la rodilla izquierdas; Vinicius (presente en aquella conferencia de prensa) también se lesionó, lo mismo sucedió con Casemiro y otros futbolistas.
¿Existe la maldición?
Aunque desde el punto del karma el maltratar a cualesquier ser vivo trae consigo la mala suerte, esto no es un factor a tomar en cuenta dentro del Islam (religión donde estos felinos son sagrados).
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A pesar del respeto que tiene sobre los “michis” en territorios donde se predica el Islam, no se añade sobre un castigo sobre quienes atenten contra su tranquilidad.
De mantenerse esta tónica, Brasil podría seguir con la maldición del gato hasta Copa América o incluso cuando juegue contra Ecuador por la jornada 7 de las Eliminatorias Conmebol. Solo el pasar de los meses será testigo del destino de los brazucas.
