Más de 50 mil personas que habitan en las urbanizaciones de la Nueva Ciudad, en la vía a la costa, han manifestado públicamente su deseo y necesidad de contar con una iglesia cercana que atienda a toda la comunidad.
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Los moradores señalan que, a pesar del rápido crecimiento residencial y comercial de la zona, aún no existe un espacio religioso que reúna a las familias para actividades de fe, reflexión y encuentro comunitario.
“Necesitamos un lugar donde podamos congregarnos, celebrar nuestras tradiciones y fortalecer la unión entre vecinos”, expresó uno de los líderes comunitarios.
La petición ha sido dirigida a Ambiensa, empresa desarrolladora del sector, con el objetivo de que considere la construcción de un templo que brinde servicio a los distintos grupos y parroquias de la zona, fortaleciendo así el tejido social y espiritual de esta creciente ciudadela.