Sentirte fresco y seguro, por mucho que te muevas durante el día o haga mucho calor, ha sido considerada una necesidad del ser humano desde cientos de años atrás, no solo por estética, sino también por salud.
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Es por eso que la llegada de los antitranspirantes fue una de las invenciones más esperadas, ya que son capaces de impedir, atenuar o eliminar el mal olor corporal desprendido de la descomposición bacteriana del sudor.Además, contienen sustancias antisépticas e inhibidoras de la proliferación microbiana en la superficie de la piel.
El área más sensible ante el sudor, y la que más suele molestar, es la axila, pese a que de ella solo se desprende el 1% de la transpiración corporal. La desventaja de esta zona es que la transpiración debajo del brazo no se puede evaporar tan fácilmente como en otras partes del organismo.
¿Por qué te mantienen fresco, a pesar del intenso calor?
Los antitranspirantes son beneficiosos en dos formas: en primer lugar, evitan que la transpiración llegue a la superficie de la piel y, en segundo lugar, eliminan las bacterias que producen olor corporal mediante ingredientes antimicrobianos.
Aunque existen de varios tipos, te recomendamos probar el nuevo Rexona en aerosol, fácil de aplicar, de secado rápido y que te brinda hasta 72 horas de protección.
Para evitar que el sudor se manifieste en la axila, el antitranspirante aplicado se vuelve como un gel sobre los poros, evitando la humedad en la zona de la axila.
En cuanto al control del olor corporal, las microcápsulas por las que está compuesto se asientan en la superficie de la piel y, a medida que te mueves y empiezas a transpirar, la fricción revienta las cápsulas y libera más fragancia.
Es por eso que los antitranspirantes puede ser beneficiosos, sobre todo en los días de calor extremo para ayudar a reducir la transpiración y mantener la frescura durante todo el día.