El exceso de comida o de alcohol en las fiestas navideñas y de Fin de Año puede traernos consecuencias graves a nuestra salud si no tomamos en cuenta varios aspectos.
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El Dr. Ricardo Javier Chong Menéndez, Gastroenterólogo y Subespecialista en Hepatología en el Hospital Metropolitano, conversó con Metro sobre el tema de cómo prevenir “un mal momento”.
En primer lugar, el Dr. Chong manifiesta que en este periodo de celebración aumentan los pacientes que presentan intoxicaciones alimentarias. Son muy frecuentes en esta época, malestares asociados con gastroenteritis infecciosas y las enterocolitis infecciosas, producto de consumir alimentos mal preparados o contaminados con los principales agentes infecciosos que son la Salmonela, Escherichia coli, por ejemplo, que producen la enterocolitis o diarrea.
Otro de los síntomas usuales es la acidez estomacal, que se puede presentar al consumir alimentos irritantes y bebidas alcohólicas. Incluso, la comida con alto contenido de grasa puede afectar a los pacientes con cálculos biliares, provocando una inflamación de la vesícula y complicarse con cálculos en la vía biliar y/o pancreatitis.
Además, el consumo excesivo de alcohol irrita la mucosa del estómago y suele provocar dolor abdominal. “No existe ningún medicamento para prevenir estos problemas, la prevención va por el cuidado en la alimentación y evitar excesos al ingerirlos”, indica el especialista.
Además, alerta que si en estos días de múltiples compromisos se llega a presentar dolor abdominal leve o moderado, que puede ser una pancreatitis o colesistitis, debe acudir a emergencias.
Prevención
El Dr. Chong insiste que consumir alimentos y bebidas en lugares que cumplan con todas las garantías sanitarias, que usen mascarilla, que los alimentos conserven una adecuada cadena de frío, el lavado de manos antes y después de servirnos los alimentos, así como evitar el exceso de consumo de alcohol, son las formas en que podemos cuidar nuestra salud gastrointestinal.
Además, exhorta a los lectores a evitar la automedicación que puede llevar al paciente a una hepatitis, sumada al alcohol, y a una hepatitis tóxica, sumado a algún fármaco.