Juan José García, CEO de Mediabrands Ecuador, lidera una de las operaciones más importantes del ecosistema publicitario en el país, integrando a las agencias UM, Initiative y Kinesso bajo una misma visión estratégica. Con más de dos décadas de experiencia, ha sido testigo y protagonista de la evolución de la industria, guiándola hacia un modelo basado en data, tecnología e innovación cultural. Su liderazgo, centrado en la transparencia y la formación de nuevos talentos, refleja la transformación de una generación de ejecutivos que apuestan por la creatividad con propósito.
En esta conversación para la sección CEO a CEO de Metro Ecuador, García comparte su perspectiva sobre el presente y el futuro de la publicidad en Ecuador, el impacto de la inteligencia artificial, la importancia de la agilidad empresarial y el papel del liderazgo empático en tiempos de cambio constante.
Juan José, has estado más de dos décadas en la industria publicitaria. Cuéntanos cómo empezó todo
—Comencé en 2002 en la antigua Andina/BBDO como asistente de medios. Fue mi primera experiencia y me enamoré del negocio. Estudiaba Administración de Empresas, pero cambié mi especialización a marketing y publicidad. Desde entonces no he parado: pasé por agencias como Omnicom, Initiative y hoy lidero Mediabrands Ecuador, grupo que dirige las operaciones de las agencias UM, Initiative y Kinesso, las unidades de negocio más grandes de la industria publicitaria del país. Ya son 23 años en este mundo.
Además, eres docente...
—Así es. Soy profesor invitado en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo desde hace cinco años. Enseño publicidad, medios y posicionamiento digital. Me encanta compartir con los estudiantes lo que aprendo en el campo, sobre todo mis errores. Les digo: mis éxitos son efímeros, mis errores me enseñaron a crecer. Aprendemos más de las caídas que de los premios.
En estos 23 años, la transformación de la industria ha sido exponencial. ¿Cómo la has vivido?
—La publicidad ha pasado por una revolución de formatos y mentalidades. Antes vendíamos un cuarto de página o una cuña radial; hoy ofrecemos soluciones 360. Los medios también evolucionaron: pasaron de vender espacios a construir experiencias.
¿Cómo están evolucionando los medios en esta nueva era digital?
—Los medios están viviendo una revolución silenciosa. Ya no basta con tener alcance; se necesita relevancia, confianza y formatos que conecten con los nuevos hábitos de consumo. El video corto, los contenidos interactivos y las plataformas emergentes están redefiniendo la comunicación. En Ecuador, los medios tradicionales están aprendiendo a convivir con el entorno digital, generando sinergias que antes no existían. La clave será la adaptación continua.
¿Y cómo ha cambiado el anunciante ecuatoriano?
—Antes el cliente veía lo digital como algo adicional: “Si me sobran 5.000 dólares, ponme algo en redes”. Hoy el entorno digital es el corazón de la estrategia. Las marcas ya entienden que la tecnología y la data son parte de la experiencia. Y eso cambia todo: ahora las campañas se construyen sobre datos reales, medibles y accionables.
Antes, la creatividad en publicidad era un tema intuitivo. Hoy, se basa en data.
La proliferación de tecnología, de innovación, y obviamente el boom de las redes sociales, ha hecho que hoy en día se genere un mercado de atención, donde no solo hay que estar, sino generar presencia y recordación.
Mencionas la data y la inteligencia artificial. ¿Cómo ha impactado en el trabajo de Mediabrands?
—Transformó nuestra forma de trabajar. En Mediabrands entendimos que la tecnología y la innovación no debían ser un departamento, sino una cultura. Así como en la pandemia aprendimos a ser eficientes trabajando desde casa, ahora usamos la IA para ser más productivos y creativos. Por ejemplo, una herramienta propietaria llamada Interac nos permite analizar big data y generar insights en minutos. Antes podía tomar días.
La IA no nos quita trabajo, nos libera del trabajo repetitivo para enfocarnos en lo estratégico. Por ejemplo, la usamos para crear audiencias sintéticas: perfiles generados con IA que hablan como el consumidor real. En lugar de decir “Target: 18-25 años”, creamos perfiles sintéticos: “Soy Carla, tengo 19 años, amo surfear, pero siempre olvido usar protector solar”. Esos detalles ayudan a que el cliente entienda mejor a su público.
De igual forma, antes, para presentarse en licitaciones y campañas, teníamos que contratar diseñadores, hacer un storyboard y todo el tema gráfico para poder vender la idea creativa. Ahora, con las herramientas de Inteligencia Artificial podemos hacer animaciones, comerciales, videos en cuestión de minutos.
Obviamente, si se concreta, hay que producirla, pero antes nos podía tomar hasta tres días, y hoy solo en minutos.
La tecnología ha venido a quitar el trabajo administrativo y operativo, que genera un desgaste en los talentos. Hoy, nos ayuda a ser más eficientes en nuestro trabajo.
¿Cómo manejan la adopción de estas herramientas dentro de la agencia?
—Lo primero fue romper el mito de que la IA reemplaza a las personas. Nuestro enfoque fue cultural: usamos la tecnología para reducir lo operativo y cuidar el well-being del equipo. Ahora tenemos IA que genera minutas automáticas de las reuniones, resume acuerdos y libera tiempo para que los talentos salgan antes y compartan con sus familias. Ser eficientes también es una forma de liderar.
Justamente hablando de liderazgo, ¿cuáles son tus principios al dirigir equipos tan grandes y diversos?
—Liderar es servir. Es entender que el equipo no trabaja para ti, sino que tú trabajas para que el equipo crezca. En Mediabrands apostamos por la transparencia, por la co-creación con el cliente. Hacemos workshops con ellos sobre IA, gaming, tendencias... Y no solo para vender ideas, sino para evangelizar sobre cómo la innovación se traduce en resultados. Por ejemplo, mostramos cómo una campaña con gamificación puede incrementar el tiempo de interacción y las ventas. No es teoría, es negocio real.
Has mencionado varias veces el concepto de “evangelizar”. ¿Sientes que Ecuador está preparado para abrazar la innovación?
—Estamos en un proceso de descubrimiento. Hay marcas que apuestan fuerte por la tecnología y otras que aún están en modo observador. Pero lo importante es que ya no hay vuelta atrás. Mientras sigamos avanzando, todo es ganancia. Cada cliente que se atreve a probar algo nuevo, abre camino para otros.
¿Cuáles son los principales desafíos para innovar en Ecuador?
—Hay tres grandes desafíos: la velocidad del cambio, que exige adaptarse constantemente; el acceso a tecnología y talento, todavía limitado en comparación con mercados más grandes; y la cultura empresarial, donde muchas veces la aversión al riesgo frena la innovación.
Pero también hay una gran oportunidad: cuando se combina con visión estratégica y tecnología, el resultado es muy poderoso.
¿Y cuál es el mayor reto que enfrentas como líder en este contexto?
—Ser más ágiles. Los latinos somos perfeccionistas: queremos lanzar algo solo cuando está perfecto. Pero en el mundo de hoy, lo perfecto llega tarde. En Silicon Valley lanzan versiones beta, las rompen, las mejoran y avanzan. Nosotros, en cambio, pasamos de la idea al comité, al board, al procurement, y cuando ya se aprueba... terminó. Hay que aprender a lanzarse. Lo perfecto es enemigo de lo bueno.
Hablaste del futuro del mercado ecuatoriano. ¿Cómo lo imaginas?
—Soy muy optimista. Creo que Ecuador puede ser un referente andino en innovación publicitaria. Tenemos talento, resiliencia y una mentalidad que absorbe influencias globales. Hemos pasado por crisis, apagones, cambios políticos, y seguimos de pie. Esa capacidad de adaptarnos es oro puro. Con el empuje correcto, Ecuador puede liderar en tecnología, marketing y creatividad en la región.
Si tuvieras que resumir tu filosofía de liderazgo...
—Dejar legado. Y el mejor legado es el conocimiento compartido. Enseñar, inspirar, aprender y seguir creciendo juntos. Al final, la publicidad no solo conecta marcas con personas; conecta sueños con realidades.
