Disfrazados de policías intentaron robar vivienda en Quito y casi los linchan

Dos sujetos se disfrazaron de policías para ingresar a robar en una vivienda en la parroquia de Alangasí, en el sur oriente de Quito. Pero no se esperaban que serían capturados pos los ciudadanos que pretendían hacer justicia con sus propias manos.

Los hombres ingresaron a la vivienda al asegurar que eran de la Policía Judicial. Una vez dentro del inmueble, maniataron con cinda adhesiva a las personas que allí estaban.

Sin embargo, una de las víctimas logró escapar y corrió tras uno de los asaltantes para evitar que huyan por una quebrada cercana a la zona. Cuando fueron retenidos por los ciudadanos, quisieron lincharlos pero llegó la policía para evitar ello.

Recomendados

Lista de productos chinos que ingresarán a Ecuador con 0% de arancel por TLC

Landy Párraga y su comentario con una canción de ‘Las muñecas de la mafia’

Decenas de docentes de la Universidad Central fueron despedidos, las facultades a las que pertenecían

Las personas, indignadas por este hecho, agredió a los ladrones que después la propia policía rescató de un linchamiento. Nelson Calvache, subcomandante del Distrito Los Chillos, declaró a Teleamazonas que la institución procedió a “rescatarlos, dando cumplimiento a nuestra misión institución que es garantizar los derechos de todas las personas”

Como evidencias se encontraron siete teléfonos celulares, prendas policiales y dos armas blancas.

Desde inicios de año Ecuador se encuentra en un “conflicto armado interno” declarado por el presidente Daniel Noboa contra veintidós bandas de crimen organizado a las que el Gobierno ha pasado a considerar como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.

Estos grupos de delincuencia organizada están dedicados principalmente al narcotráfico, pero también han expandido sus actividades ilícitas hacia otros campos como la minería ilegal o la extorsión.

Con ello el Presidente ecuatoriano buscaba abordar una ola de violencia sin precedentes que ha aupado a Ecuador hasta el grupo de los países más peligrosos de Latinoamérica, con una tasa de homicidios de 45 por cada 100.000 habitantes en 2023.